Para Maxi Iglesias (Madrid, 34 años), este año que acaba debe de estar siendo especialmente excitante. El actor, superada la etiqueta de cara bonita que le dio la fama en la serie de Física o química, ha estrenado en 2025 su primera novela, Horizonte artificial. Se tomó tan en serio el oficio de escritor que para documentar su historia —cuya acción narrativa se desarrolla durante unas horas en un vuelo privado— decidió meterse en el papel de quien pilota una aeronave. Para mayo, ya tenía la licencia de piloto de avioneta. Ahora, en una ceremonia celebrada el pasado 10 de diciembre en el centro de formación de pilotos European Flyers, en Madrid, el actor se ha graduado, junto a 200 personas más, como conductor de aviones, helicópteros y drones.
Como parte de la promoción de su primera novela ‘Horizonte artificial’, estrenaba en mayo su licencia como conductor de avionetas. Ahora el actor da un paso más en su pasión por surcar los cielos
Para Maxi Iglesias (Madrid, 34 años), este año que acaba debe de estar siendo especialmente excitante. El actor, superada la etiqueta de cara bonita que le dio la fama en la serie de Física o química, ha estrenado en 2025 su primera novela, Horizonte artificial. Se tomó tan en serio el oficio de escritor que para documentar su historia —cuya acción narrativa se desarrolla durante unas horas en un vuelo privado— decidió meterse en el papel de quien pilota una aeronave. Para mayo, ya tenía la licencia de piloto de avioneta. Ahora, en una ceremonia celebrada el pasado 10 de diciembre en el centro de formación de pilotos European Flyers, en Madrid, el actor se ha graduado, junto a 200 personas más, como conductor de aviones, helicópteros y drones.
En una entrevista con EL PAÍS publicada en junio, Iglesias explicó que la historia de Horizonte artificial se había gestado durante años en su cabeza, durante “un momento de cambio de oportunidades”. “Se me ocurrió escribir personajes que yo podría hacer, que me gustaría interpretar y para los que no me habían llamado nunca, y además metidos en una historia de la que me gustaría formar parte”, explicaba. El protagonista de Valeria contaba que acudió a la escritora y autora de la exitosa serie de Netflix, Elisabet Benavent, quien le presentó a alguien de su editorial “y ahí empezó todo”.
El actor, que además tiene el título de patrón de barco, explicó el porqué de su afición a surcar mar y aire, además de tierra: “Por curiosidad, por querer entender, por desentrañar, por apelar a mi yo de niño”. Y bromeó: “Ahora mismo, tengo la tranquilidad de que, si esto no va bien, me voy a Dubái a llevar en avión o en barco a jeques árabes (…). Posiblemente facturaría mucho más, y encima estaría en el mar y en el cielo, que son mi pasión”.
A finales de mayo, coincidiendo con la publicación del libro, el intérprete de Volver a caer compartió un vídeo en su perfil de Instagram —donde actualmente acumula más de dos millones de seguidores— para promocionar la novela: “Contento de poder decir que Horizonte artificial ya está disponible. Que han sido muchas horas de esfuerzo y que en muchos momentos pensaba que no lo lograría por no poder compaginarlo con mi verdadero trabajo, actuar», comenzaba el mensaje que acompañaba las imágenes, en las que se podía ver al actor y piloto sobrevolando los cielos a los mandos de una avioneta. “Pero cuando apuestas por algo de verdad y vas hasta el final con ello te estás abrazando a ti mismo con la fuerza que te da conseguir lo propuesto. Aprobar la licencia de Piloto Privado y además documentarme para el libro, aprender a volar, poder escribir una novela que también, en parte, habla de personas que viajan por los cielos…”, continuaba el texto que deja constancia de su emoción por lo conseguido.
Para su primer libro —que asegura que no será el último—, el escritor, piloto y actor ha contado con “la confianza de Roca Editorial”. La descripción habla de una novela con “un estilo eminentemente cinematográfico y visual (…) Una sucesión de miradas que ponen sobre la mesa el complejo entramado empresarial, las luchas de poder y los traumas personales que arrastran a los protagonistas hacia un sorprendente final”.
En octubre, Iglesias contó en el podcast Malas personas que sufrió acoso durante el rodaje de Física o química y que lo había sufrido previamente, en el colegio en el que estudió antes de dar el salto a la interpretación. “Conmigo han sido muy malas personas en el colegio, me han hecho mucho bullying. No contentos con eso, cuando salgo del colegio de verdad me hacen bullying en el colegio de mentira”, explicó al micrófono de Victoria Martín. El madrileño aseguró también que, años después, uno de sus compañeros en famosa serie le pidió disculpas: “Uno de ellos, que a día de hoy creo que es mi amigo, me pidió perdón y todo. Me dijo: ‘Tío, la verdad es que te teníamos mucha rabia, nos dabas envidia”.
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