Las vacaciones de Justin y Hailey Bieber en Mallorca: puestas de sol, pasteles ‘delicatessen’ y evento cosmético

Sentados juntos al borde de un acantilado de piedras mientras el sol se pone, Justin y Hailey Bieber se dan la mano y se besan junto al mar. Ella vestida con un conjunto de dos piezas en amarillo y blanco y él con una sudadera roja, blanca y negra que desafía la humedad y el calor que se presupone al caer la tarde en un día del mes de julio en el puerto de Andratx, en Mallorca. En las imágenes recogidas con teléfonos móviles por varias personas que se encontraban en el mismo lugar se ve a la pareja sola, en paz, sin guardaespaldas y sin ser molestada. Simplemente mirando el mar. Los grupos de personas que hay alrededor parecen no darse cuenta de su presencia y, si lo hacen, ni siquiera se acercan. Después de un rato, el matrimonio regresa junto a la terraza del restaurante en el que estaban cenando.

La pareja formada por Justin Bieber y Hailey Baldwin aterrizó en Mallorca el pasado domingo 6 de julio en un avión privado con la intención de mezclar trabajo con descanso, quizás en un intento del cantante de buscar la paz tras uno de los periodos más erráticos de su carrera. Desde hace meses las especulaciones acerca su situación personal no han cesado, con imágenes y episodios que no hacen sino corroborar que el canadiense de 31 años no pasa por su mejor momento a pesar de la llegada de su primer hijo, Jack Blues, hace apenas 11 meses. Cuatro años sin sacar disco, rumores sobre adicciones, presuntas crisis matrimoniales y encontronazos con la prensa que, junto con un aspecto físico en el que se le aprecia mucho más delgado, acrecientan las especulaciones acerca de su estado.

Quizás en un intento de huir del acoso de los paparazis en Los Ángeles, el matrimonio se ha decantado por pasar unos días de asueto en la isla aprovechando un evento organizado por la firma de cosméticos de Hailey. Durante su llegada a la terminal privada del aeropuerto de Palma, el pasado domingo se pudo ver al cantante empujando el cochecito de su hijo Jack Blues junto con su mujer. De allí, pusieron rumbo hacia la zona de Cala Llamp, en el municipio de Andratx, situado al sur de la isla. El matrimonio ha alquilado una espectacular villa con vistas al mar, piscina infinita y con un precio que ronda los 25.000 euros por semana. Muy cerca del puerto, en la zona abundan las grandes mansiones aisladas que garantizan la privacidad y la tranquilidad de sus moradores, como comprobó hace unas semanas el rapero Kanye West que, junto a su mujer, Bianca Censori, escogieron la misma zona para pasar varios días.

El lunes el cantante publicó una serie de imágenes en su cuenta de Instagram, en la que tiene 294 millones de seguidores, en las que se veía su cara sudorosa bajo una toalla con el comentario detox. El siguiente rastro de su estancia en la isla lo publicó por la noche: cuatro fotografías en la terraza de la villa junto a la piscina en las que sale abrazando a su mujer y que titula como “mi por siempre y para siempre”.

El martes, la pareja fue captada en el club de playa Grand Follies, en Andratx, donde Hailey tenía organizado el evento de presentación de un nuevo color de brillo de labios de su marca de cosméticos Rhode, una fiesta a la que asistieron modelos e influencers. La hija del actor Stephen Baldwin mantendrá la impronta de su marca en una zona del club de playa, que hasta el 23 de julio se bautizará como el Rhode Summer Club y tendrá la ropa de baño y la decoración de la zona en consonancia con el color limón del cosmético que acaba de lanzar.

Durante su estancia en la isla, el matrimonio ha aprovechado la tranquilidad para salir de la villa y ha tenido la oportunidad de probar la comida local en diversos establecimientos. Una de las cenas la disfrutaron en el restaurante Nacra del puerto de Andratx, especializado en pescados y mariscos. También han podido probar los dulces delicatessen de chocolate y de limón que elabora el pastelero mallorquín Lluís Pérez, especializado en postres delicados. Son numerosos los vídeos muestran al cantante paseando solo por la zona, sin su mujer y también sin guardaespaldas. Puede que durante estos días, la isla de la calma haya servido al cantante para volver a enderezar el rumbo.