Las opciones de Alonso en Montmeló: «Al menos podemos luchar de tú a tú»

<p>El laboratorio de Montmeló supone un examen integral para cada coche. Se vio ayer durante la <i>qualy</i> y volverá a comprobarse hoy en una carrera donde <strong>Max Verstappen</strong> necesita una heroicidad frente a McLaren. El tetracampeón, tercero en la parrilla, deberá buscar un rebufo y aprovechar los 595 metros que separan el cajetín de salida de la primera curva. <strong>Oscar Piastri</strong>, autor de la <i>pole</i>, también tendrá que defenderse ante <strong>Lando Norris</strong>, su compañero en primera línea.</p>

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 El asturiano, décimo en la parrilla, deberá contener a Albon y Lawson, mientras Sainz también confía en puntuar, pese a partir antepenúltimo.  

El laboratorio de Montmeló supone un examen integral para cada coche. Se vio ayer durante la qualy y volverá a comprobarse hoy en una carrera donde Max Verstappen necesita una heroicidad frente a McLaren. El tetracampeón, tercero en la parrilla, deberá buscar un rebufo y aprovechar los 595 metros que separan el cajetín de salida de la primera curva. Oscar Piastri, autor de la pole, también tendrá que defenderse ante Lando Norris, su compañero en primera línea.

Nada parece haber cambiado tras la entrada en vigor de la nueva normativa en los alerones delanteros. La superioridad de McLaren sólo podría echarse a perder en Montmeló por errores propios. En la primera vuelta, donde Verstappen ya les ha dejado varias veces en evidencia, o a través de la estrategia, la gran debilidad del equipo de Zak Brown.

El previsible plan a dos paradas debería comenzar con unos neumáticos blandos en la salida, para cambiar a medios y más tarde otra vez a blandos, dando el pobre rendimiento que ofrecen los duros. La gestión de las gomas y el control de la degradación, sobre un asfalto en torno a los 50ºC se antoja decisiva. Ayer, la sensibilidad a la temperatura ya quedó en evidencia durante la Q3. Una repentina irrupción de las nubes refrescó la pista, facilitando la labor de quienes habían retrasado su regreso. De la gama más blanda, suministrada en Imola y Mónaco, Pirelli ha cambiado aquí a la más dura.

«Va a haber mucha degradación», presagió ayer Fernando Alonso, «muy contento» por su décima plaza, por delante de Alex Albon. El bicampeón deberá contener al británico de Williams y al Racing Bulls de Liam Lawson, ambos con mejor ritmo de carrera. «Por lo menos podemos luchar de tú a tú con la zona media. No hay para mucho más, pero ojalá podamos luchar por los puntos», añadió el doble ganador en Le Mans.

Desde el viernes, Norris y Verstappen marcaron la referencia en las tandas largas. Un escalón por debajo se presenta George Russell, que parece cuidar los neumáticos mejor que Ferrari. Si quiere evitar otra espiral autodestructiva, Lewis Hamilton debería encontrar soluciones en el equilibrio de un coche muy nervioso.

A esas mismas dificultades, corregidas y aumentadas en las largas curvas de Montmeló, se enfrentan Carlos Sainz y Albon. Los virajes de alta velocidad, especialmente Repsol y la curva 12, son los que peor sientan al FW47. En esas zonas se privilegia el apoyo aerodinámico y Williams no encuentra soluciones. «Durante muchos años, este circuito no ha sido bueno para nosotros y creo que ahora va a suceder lo mismo», advirtió el viernes James Vowles, team principal de Williams. Para más inri, Albon sufrió diversos contratiempos que le permitieron rodar tan sólo durante cinco vueltas en la última sesión libre. De ser la referencia en la zona media, los coches de Grove han pasado a luchar con Sauber y Haas.

Sainz, abatido tras su eliminación en la Q1.
Sainz, abatido tras su eliminación en la Q1.AP

«Aunque el coche no esté al 100% seguía confiando en luchar por esa Q3, igual que sigo confiando en luchar por los puntos», vaticinó Sainz, antepenúltimo en la parrilla, que podría poner fin a una década puntuando en Barcelona. Un pleno en el top-10 que había acompañado con una abrumadora superioridad sobre Alonso.

Desde 2015, sin incluir los dos años que el asturiano estuvo fuera de la F1, Sainz dominaba con autoridad el cara a cara (8-0 en carrera y 7-2 en qualy). Pero si completa la remontada, Sainz se convertirá en el décimo piloto de la historia que suma en 150 grandes premios distintos. Y si Williams acaba en el top-10, igualará un registro de 2016, el último año donde entró en zona de puntos durante cinco carreras consecutivas.

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