Jeff Bezos no se va a morir de calor, pero tú sí

<p>Quizá lo más obsceno de la <strong>boda de Jeff Bezos</strong> el pasado 27 de junio no fuera la millonada que se dejó (¿qué son 40 millones de dólares para la cuarta persona más rica del mundo?), ni la horterada de trajes que llevaban los asistentes, ni siquiera que alquilara una isla para poder celebrarla. Si no que esa isla estuviera en el corazón de Venecia. Ah, Venecia, la ciudad del amor y de los canales… <strong>Uno de los hombres que más contamina en el mundo, en una de las ciudades más amenazada por la crisis climática</strong>. Parece un chiste o un capítulo de <i>Los Simpson</i>, pero ahí llegó Bezos con sus 90 jets privados y su yate de 500 millones de euros para decirnos al resto de los mortales que cuando uno es poderoso puede hacer lo que quiera.</p>

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 Quizá lo más obsceno de la boda de Jeff Bezos el pasado 27 de junio no fuera la millonada que se dejó (¿qué son 40 millones de dólares para la cuarta persona má  

Quizá lo más obsceno de la boda de Jeff Bezos el pasado 27 de junio no fuera la millonada que se dejó (¿qué son 40 millones de dólares para la cuarta persona más rica del mundo?), ni la horterada de trajes que llevaban los asistentes, ni siquiera que alquilara una isla para poder celebrarla. Si no que esa isla estuviera en el corazón de Venecia. Ah, Venecia, la ciudad del amor y de los canales… Uno de los hombres que más contamina en el mundo, en una de las ciudades más amenazada por la crisis climática. Parece un chiste o un capítulo de Los Simpson, pero ahí llegó Bezos con sus 90 jets privados y su yate de 500 millones de euros para decirnos al resto de los mortales que cuando uno es poderoso puede hacer lo que quiera.

Me imagino que quería fotos de lo que dentro de unos años ya no existirá. El hundimiento de Venecia está previsto que ocurra dentro de unos 75 años, pero igual si seguimos a este ritmo -y, sobre todo, si Bezos y sus colegas siguen a este ritmo-, dentro de poco podrá enseñárselas a sus nietos y decirles «todo esto antes era ciudad».

Suelo estar atenta a los pasos de los oligarcas tecnológicos porque son los que tienen la información de todo. Y lo que parecen excentricidades quizá no lo sean tanto. Por ejemplo, el regalo de boda para Lauren Sánchez, ese vuelo espacial de Blue Origin, ¿fue un regalo de vive tu propia experiencia, cariño, publicidad para su empresa o los primeros pasos de una fantasía escapista?

Como nos cuenta Douglas Rushkoff en el ensayo La supervivencia de los más ricos. Fantasías escapistas de los milmillonarios tecnológicos (Capitán Swing, 2023), los multimillonarios ya saben que vamos de cabeza al colapso y han empezado a prepararse. Búnkeres en islas privadas, sueños de colonizar Marte o complejos de viviendas permanentes en el mar. Nada crece exponencialmente en el mundo, dice Rushkoff, nada más que el cáncer. Y este acaba por matar al anfitrión. Eso es lo que están entendiendo los multimillonarios ahora, que el crecimiento exponencial de la tecnología que han creado terminará por matar lo que conocemos. Y la huida para la que se preparan es la del daño que están provocando.

Acabamos de dejar atrás el junio más caluroso desde que se tienen registros. Si eres de los que piensan que siempre ha hecho calor en verano y que esto no es para tanto, tienes razón, pero solo en lo primero. Lo cuenta Miguel Ángel Criado en su ensayo Calor. Cómo nos afecta la crisis climática (Debate, 2024). Lo que sí que no ha hecho es este calor en invierno, ni ha habido unos veranos tan largos, ni la temperatura del agua ha estado tan alta, ni ha habido unas Danas tan peligrosas, por mucho que hayas leído lo contrario en X, propiedad de otro multimillonario que, por cierto, ya tiene su búnker construido.

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