<p>»Me llevo la asistencia». Con este comentario en redes sociales, <strong>Jonny Poulter</strong>, el fan que se encaró con Simeone, se jactaba de la acción que <a href=»https://www.elmundo.es/deportes/futbol/champions-league/2025/09/18/68cb2826fdddfff50f8b4570.html»>provocó la roja del técnico </a>rojiblanco tras el gol de Van Dijk, que daba la victoria a los reds en el partido ante el Atlético de Madrid. El aficionado había provocado la reacción del entrenador que, según el árbitro del encuentro, Marko Mariani, «era comprensible».</p>
En entrenador del Atlético estuvo sufriendo los insultos del aficionado británico durante todo el encuentro. Una peineta desató la ira del técnico y tras una trifulca recibió una tarjeta roja.
«Me llevo la asistencia». Con este comentario en redes sociales, Jonny Poulter, el fan que se encaró con Simeone, se jactaba de la acción que provocó la roja del técnico rojiblanco tras el gol de Van Dijk, que daba la victoria a los reds en el partido ante el Atlético de Madrid. El aficionado había provocado la reacción del entrenador que, según el árbitro del encuentro, Marko Mariani, «era comprensible».
Simeone explicó posteriormente que estuvo sufriendo los insultos de Poulter durante los 90 minutos que duró el encuentro entre reds y rojiblancos. Pero no fue hasta el tanto final del central holandés cuando se giró y se encontró al aficionado red haciéndole una peineta. Eso desató la ira del técnico que se fue a por él y varios stewarts, que se llevaron algunos empellones del argentino, evitaron que la cosa fuera a mayores.
«De la misma manera que luchamos contra el racismo y los insultos a los jugadores, los banquillos están pegados y no es fácil recibir insultos todo el partido. Vino el tercer gol y además de los insultos hubo un gesto y soy una persona», explicó Simeone en la rueda de prensa posterior con signos evidentes de enfado.
Pero el fan, además del post en la noche del encuentro, no ha querido dejar la oportunidad de responder al técnico desde sus redes sociales un día después. «Es un poco cobarde», comenzó su alegato contra el argentino para aclarar que nunca hubo comentarios racistas en sus imprecaciones. «No hubo nada racista dicho por mí o por cualquier otra persona, nunca hubo una mención de la guerra de las Malvinas por mí o por cualquier otra persona», comentó el aficionado.
El hombre, natural de de County Durham, pero trasladado a Liverpool para «cumplir un sueño» desde hace casi una década, expresó que se limitó a decirle al argentino que «se fuera a la mierda» cuando el Liverpool marcó en el descuento, aunque sí admitió que le hizo una peineta. Gesto, por cierto, que, como se puede ver en vídeos que circulan por redes sociales, realizaron varios de los aficionados que rodeaban a Poulter cuando el árbitro expulsó a Simeone.
Este ‘loco’ del Liverpool mantuvo que su reacción se produjo en respuesta a que el cuerpo técnico del Atlético de Madrid se encarara con la grada cuando Marcos Llorente marcó el tanto del empate en el minuto 81. Además, el aficionado también reveló que en la trifulca un asistente del Cholo le escupió.
Jonatham Luke Poulter no es un aficionado cualquiera del Liverpool. Este empresario y propietario de caballos de carreras era uno de los habituales de The Kop, la grada más simbólica de Anfield. No obstante, un incidente cuando tenía 20 años le impidió asistir al mítico estadio red durante tres años. Una tortura para este fanático del Liverpool.
Poulter tuvo una trifulca con otro aficionado de 61 años y su mujer discapacitada en mayo de 2015 en el último partido en casa del capitán y estrella Steven Gerrard. Al parecer, una disputa por un cartel entre él y el marido de la mujer provocó la intervención del personal del estadio y terminó en la consiguiente denuncia contra Poulter por agresión verbal contra el matrimonio.
«Usted mide dos metros, se ve desde aquí, y estaba en una situación en la que increpaba a un hombre que lleva 45 años yendo al fútbol con su mujer», le reprendió el juez del caso y continuó: «No hay un juzgado razonable en este país que le considerara inocente de esta desgraciada ofensa».
Además de un arresto domiciliario por unas semanas, Poulter tuvo que pagar algo más de 1.000 libras de multa por su acción. No obstante, no era la primera trifulca en un estadio de fútbol, el hooligan, antes de su disputa con el matrimonio, ya estaba apercibido de sanción por llevar botes de humo a un encuentro en el estadio del Wigan
Deportes