La batalla árabe por tener el museo más grande del mundo

<p>Una decena de imágenes oficiales, tomadas por drones y en alta resolución, empezaron a circular desde Abu Dhabi y hacia todo el mundo la semana pasada. En ellas, una inmensa arquitectura blanca aparece en una paisaje más o menos suburbial y con el mar azulísimo al fondo. Hay alrededor bloques de viviendas modernas pero más o menos convencionales, vías rápidas, solares sin construir… El edificio que protagoniza las fotografías no es nada convencional. Parece una topografía y, a la vez, una escultura, más que una construcción. Parece una montaña blanca y geometrizada si no fuera porqueseis piezas metálicas y apuntadas se alzan hasta 123 metros de altura en su centro. ¿Sería correcto llamarlas cúpulas? <strong>Al parecer, funcionan como chimeneas de frío que lanzan el aire caliente a la altura, pero los promotores del edificio usan una metáfora, hablan de las figuras como alas</strong>. La parcela mide 66.000 metros cuadrados y, en su lado largo, se extiende 260 metros. Un poco menos que lo que ocupa un estadio olímpico.</p>

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 El Gran Museo Egipcio de El Cairo tenía prevista su apertura este mes, pero la guerra en Gaza ha aplazado la fiesta. Antes, Abu Dhabi estrenará su extravagante museo de historia nacional  

Una decena de imágenes oficiales, tomadas por drones y en alta resolución, empezaron a circular desde Abu Dhabi y hacia todo el mundo la semana pasada. En ellas, una inmensa arquitectura blanca aparece en una paisaje más o menos suburbial y con el mar azulísimo al fondo. Hay alrededor bloques de viviendas modernas pero más o menos convencionales, vías rápidas, solares sin construir… El edificio que protagoniza las fotografías no es nada convencional. Parece una topografía y, a la vez, una escultura, más que una construcción. Parece una montaña blanca y geometrizada si no fuera porqueseis piezas metálicas y apuntadas se alzan hasta 123 metros de altura en su centro. ¿Sería correcto llamarlas cúpulas? Al parecer, funcionan como chimeneas de frío que lanzan el aire caliente a la altura, pero los promotores del edificio usan una metáfora, hablan de las figuras como alas. La parcela mide 66.000 metros cuadrados y, en su lado largo, se extiende 260 metros. Un poco menos que lo que ocupa un estadio olímpico.

¿Es eso un museo? Sí, lo será. Será un museo arqueológico y se inaugurará en Abu Dhabi en diciembre de este año. El Museo Nacional Zayed es un proyecto que se dio a conocer por primera vez en 2010 con el propósito de que estuviese terminado en 2021 y de que fuese el complemento del Louvre de Abu Dhabi, que lleva abierto desde 2017 en un solar que está a 600 metros. Las fotografías difundidas la semana pasada anuncian que la espera termina, aunque el proyecto haya cambiado con los años porque la cubierta ajardinada que aparecía en las infografías de 2010 parece haber desaparecido.El estudio de Norman Foster es el autor del conjunto

En 2010, las noticias del Museo Nacional Zayed se confundieron entre los mil anuncios sobre inversiones en cultura que llegaban de Emiratos Árabes, todos un poco extravagantes. Ahora, con la distancia del tiempo y la certeza de que el edificio está casi terminado, es el momento de reordenar la información: el nombre de Zayed responde al del jeque Zayed bin Sultán Al Nahayan, el fundador de Emiratos Árabes como estado moderno, y, en consonancia, su función es expresar la historia de su país. Si el Louvre hablaba de Abu Dhabi como una ciudad-estado abierta al mundo, su museo nacional está pensado como una mirada hacia adentro.

EL Gran Museo Egipcio de El Cairo.
EL Gran Museo Egipcio de El Cairo.

Sin embargo, el edificio también tiene un socio europeo, igual que su vecino. El British Museum tiene desde 2009 un contrato por el que tutela al nuevo gigante con asesoría profesional y obras de arte. 500 piezas del museo londinense procedentes de oriente Próximo se expondrán en el Museo Nacional Zayed. ¿Serán obras de gama media como las que se ven en el Louvre? No se sabe aún.

Hay otro dato que es relevante y que hoy es más nítido que en 2010: tanto el Louvre Abu Dhabi como el Museo Nacional Zayed están en la isla de Saadiyat, un terreno al norte de la ciudad, más allá de los muelles, que, a menudo se ha presentado como una ciudadela de la cultura, un equivalente moderno y en talla XXL de la Isla de los Museos de Berlín. La realidad que muestran las fotos es diferente: Saadiyat es en realidad un desarrollo residencial en el que la sucesión de museos son el aliciente que evite el aburrimiento. En los próximos años habrá más inauguraciones: un nuevo Guggenheim de Gehry, un teatro de Zaha Hadid…

La idea de la ciudadela, en realidad, es más adecuada para el Gran Museo Egipcio proyectado por los irlandeses Heneghan Peng , el que ya debería ser el museo más grande del mundo pero cuya inauguración definitiva quedó aplazada hasta algún momento aún incierto de 2026. Todo es un poco complejo, en realidad: el Gran Museo Egipcio ha recibido visitantes (un máximo de 4.000 diarios) desde 2024, aunque las obras no estuviesen terminadas en su última galería, la más importante, la que mostrará el tesoro de Tutankhamon. La botadura oficial estaba prevista para el pasado 5 de mayo pero el Gobierno egipcio explicó que la guerra en Gaza no aconsejaba celebrar nada.

Quien conozca el viejo Museo Egipcio de la plaza Tahrir de El Cairo puede hacerse una idea: su sustituto es exactamente lo contrario en todo. No reproduce la arquitectura de los grandes museos europeos de los siglos XVIII y XIX sino que parece una inmensa pieza de land art excavada en la tierra. No está en el centro de la ciudad sino que aparece en un paisaje de autopistas y arenales que, eso sí, le permite dialogar con las pirámides de Giza. Desde el museo hay ventanales que miran hacia los monumentos. El nuevo museo no está desbordado de piezas de arqueología ni lleno de polvo, ni es calurioso como una estufa, igual que el viejo Museo Egipcio. Tampoco es inseguro como el edificio de Tahrir, que fue saqueado en los disturbios de 2011. Al contrario, el nuevo Gran Museo Egipcio es un espacio blindado, eficiente y futurista en medio de un país cuya economía apenas se ha beneficiado del bum de sus vecinos de la Península Arábiga.

Pero, sobre todo, el edificio es un coloso. Cuando por fin sea inaugurado, mostrará 100.000 piezas y ofrecerá 90.000 metros cuadrados de galerías, un 36% más que el Louvre, que es hasta ahora el museo más grande del mundo.

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