Manolo García: «Soy el que mira, el que analiza y conjetura. Me gusta el ellos, no el yo»

<p><strong>Manolo García</strong> recibe en una librería de Madrid para anunciar que el décimo disco que firma con su nombre, <i>Drapaires poligoneros </i>(SonyMusic), está en la calle y que habrá una gira por 16 teatros de España que terminará apenas <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/2025/05/28/68360127e4d4d8a5098b45b6.html»>unos meses antes de que El Último de la Fila vuelva a tocar en estadios y grandes recintos </a>en mayo, después de 30 años. Ya habrá tiempo para eso, para hablar del Metropolitano y de Montjuïc. De momento, el cantante está en la pequeña escala, entre libros y de libros habla.</p>

Seguir leyendo

 En el otoño previo al multitudinario regreso de El Último de la Fila, el cantante barcelonés publica su décimo álbum, el rockero y vitalista ‘Drapaires poligoneros’, y recorre España en una gira por 16 teatros  

Manolo García recibe en una librería de Madrid para anunciar que el décimo disco que firma con su nombre, Drapaires poligoneros (SonyMusic), está en la calle y que habrá una gira por 16 teatros de España que terminará apenas unos meses antes de que El Último de la Fila vuelva a tocar en estadios y grandes recintos en mayo, después de 30 años. Ya habrá tiempo para eso, para hablar del Metropolitano y de Montjuïc. De momento, el cantante está en la pequeña escala, entre libros y de libros habla.

«¿Qué literatura ha sido importante en mi carrera? La poesía es lo primero que se me ocurre. La Generación del 27. La del 50. Gil de Biedma me impactó. Decía que no quería ser poeta, quería ser poema. Y fíjese, me acuerdo de la literatura del fin de siglo XIXque nos enseñaban en el colegio: Galdós, Baroja, Balzac… Ahora lo pienso y veo que fue el principio de algo que me llevó a Bolaño y McCarthy. Tenía un profesor en el colegio que nos decía: ‘Sois 35; si cinco de vosotros sigue leyendo toda su vida me daré por contento’.Yo soy uno, los otros cuatro, ni idea… Ahora que las redes asociales, porque es lo que son, asociales, nos ponen a leer las chorradas que escribe gente de la que no sabemos nada pero que llegan a cientos de miles de personas, me refugio en los libros. Ese mismo profesor nos decía que los libros son amigos que no nos piden nada, que están siempre».

En Drapaires poligoneros, García es el cantante/narrador locuaz que ha sido siempre, un poco surrealista y paradójico, enamoradizo y, a tendente a construir canciones-relato. ¿No están muchas de sus mejores canciones escritas en tercera persona? «Me gusta más observar que ser observado. Sé que suena paradójico porque alguien que sale al escenario es alguien que se ofrece a ser observado. Es así, pero también es algo puntual mi vida. Yo soy el que mira, el que analiza y hace conjeturas… Me gusta el ellos, más que el yo. Y tengo un ego ajustadete. Algo tengo que tener, pero lo intento domesticar».

«Es un poco casual que me dedique a esto», continúa García. «Yo tenía oído y ritmo. Cogía una guitarra y me salía natural lo de sacar un acorde. ¿Por qué quise seguir? ¿Para figurar? Creo que no, que fue para ser libre y no estar sujeto a las convenciones y a las obligaciones. Yo estaba en el mundo, trabajaba en cosas, cosas que hacía con la mayor dignidad posible, sin molestar a nadie. Algunos eran trabajos espantosos. Pero al final del día tenía una parcela para ser libre a través de las canciones. No soy mejor ni peor que nadie, yo soy un hormiguita. Lo que me mueve no es ser más que las demás sino poder dedicar una mañana a andar por el monte para ver a mis primos, llevar conmigo una novela de Montalbán que he recuperado, y pararme a leerla por el camino».

De nuevo aparece la literatura. «De los escritores en el rock, me gusta el señor del Nobel. Y me gusta Patti Smith porque nunca se le acaba el hambre de vida.Pero no hay tantos autores de canciones que tengan una poética importante.Quizá no haga falta tanto. ¿Es un gran poeta Clapton cuando canta Layla? No creo, pero no pasa nada».

«De este disco me gusta el rock’n’roll», continúa el autor de Drapaires poligoneros. «Es un disco más rockero que el anterior, más vital. Y estoy contento porque lo he pasado bien. Siempre me pasa lo mismo: cuando me divierto con un disco, el disco me gusta. Si sufro con él es que no es tan buen disco. Es como eso que dicen los vegetarianos, que los animales sueltan toxinas al morir y estropean el sabor… Con los 10 discos que he firmado con mi nombre me lo he pasado pipa siempre. En los últimos de El Último de la Fila la presión se nos echó encima. Íbamos a América, nos decían que nos íbamos a comer el mundo… Bueno, no puedo hablar por Quimi, pero, yo no los hice contento».

¿Algo más? «No quiero ver a personas que no me gustan. No quiero ver sus fotos ni sus vídeos ni sus mentiras. Sí me gusta ver a Pepe Mujica, me pregunto qué diría de esto o aquello y busco sus vídeos. Me gusta su mirada. Ahora hay señores que están todo el día en todas partes y que copian a los rockeros… ¡Seréis impostores! Los del grupo de mi barrio que griten y que salten. Pero esos señores que están aquí y nos hacen daño con sus mentiras… ¡No lo hagáis!».

 Cultura

Te puede interesar