Su nombre se vinculará por siempre a la serie juvenil más popular de los primeros años 2000, Gossip Girl. En ella, Leighton Meester (Texas, 39 años) daba vida a Blair Waldorf, una adinerada joven del Upper East Side con los problemas típicos (o eso imaginamos) de los niños ricos de Manhattan. Sin embargo, su carrera como actriz arrancó en otra ficción clave de la historia reciente de la televisión, Ley y orden, donde participó con un pequeño papel cuando solo tenía 13 años. Quizá estas dos producciones han sido las más relevantes en términos de audiencia en las que ha participado Meester, porque tras el fin de Gossip Girl en 2012, la tejana desapareció progresivamente de las alfombras rojas, aunque eso no significa que dejara de trabajar.
La actriz, que saltó a la fama gracias a ‘Gossip Girl’, nunca ha dejado de trabajar, pues ha estado apareciendo en proyectos menores. Pero es ahora cuando regresa por todo lo alto con nuevas producciones, una de ellas junto a su marido, el también actor Adam Brody
Su nombre se vinculará por siempre a la serie juvenil más popular de los primeros años 2000,Gossip Girl. En ella, Leighton Meester (Texas, 39 años) daba vida a Blair Waldorf, una adinerada joven del Upper East Side con los problemas típicos (o eso imaginamos) de los niños ricos de Manhattan. Sin embargo, su carrera como actriz arrancó en otra ficción clave de la historia reciente de la televisión, Ley y orden, donde participó con un pequeño papel cuando solo tenía 13 años. Quizá estas dos producciones han sido las más relevantes en términos de audiencia en las que ha participado Meester, porque tras el fin de Gossip Girl en 2012, la tejana desapareció progresivamente de las alfombras rojas, aunque eso no significa que dejara de trabajar.
En la última década, ha participado en multitud de títulos independientes o como secundaria en otras películas y series más conocidas. Ahora, varios proyectos la sitúan de nuevo como protagonista y su regreso no ha pasado desapercibido. “¿Por qué la estrella de Gossip Girl Leighton Meester de repente está en todas partes a la vez?”, se preguntaba The Hollywood Reporter el pasado junio. En el artículo, se hacían eco de los próximos trabajos de la intérprete: su incorporación en la segunda temporada de The Buccaneers, una adaptación libre de la novela homónima de Edith Wharton emitida en Apple TV+; la serie policiaca Good Cop/Bad Cop (que ha supuesto su vuelta a The CW, misma cadena de Gossip Girl); una comedia con HBO sobre un grupo de amigos desubicados tratando de encontrar su lugar en Los Ángeles (aún no se conoce el título); y, por último, una aparición menor, pero muy esperada, en la segunda temporada de Nadie quiere esto, la serie que también ha devuelto al foco mediático a su marido Adam Brody, otro icono adolescente dosmilero gracias a su papel de Seth Cohen en The OC.
Dramas personales, fama y la vida post ‘Gossip Girl’
Meester ha respondido muchas veces a lo largo de los años si ella tiene algo que ver con el personaje que le dio la fama, la icónica Queen B. Su respuesta siempre es la misma: en absoluto. Y es que la actriz nació muy lejos de la opulencia y el privilegio retratado en Gossip Girl. De hecho, en su vida ha tenido que hacer frente a varios episodios complicados.
Para empezar, cuando nació, su madre cumplía condena por un delito relacionado con el tráfico de marihuana, por lo que pasó parte de su infancia con sus abuelos. A pesar de que su progenitora volvió a formar parte de su vida cuando ella alcanzó la preadolescencia, su relación nunca ha sido buena. Tanto es así que en 2011, en pleno bum de Gossip Girl, los tabloides se relamían con el drama personal de Meester: la actriz denunció a su madre, acusándola de gastar el dinero que le enviaba para los gastos de su hermano pequeño en procedimientos cosméticos. La madre, por su parte, solicitaba a su hija una mensualidad de 10.000 dólares por haber sacrificado su “propia felicidad” (así lo publicaron medios como el portal TMZ) al irse a vivir con Meester a Los Ángeles para apostar por la carrera de esta.
En la ciudad californiana, la intérprete pasó sus años de instituto, subiendo peldaño tras peldaño de una escalera que alcanzó su punto más alto cuando, en 2007, logró hacerse con un papel destacado en Gossip Girl, show que también catapultó la carrera de otros jóvenes actores, como Blake Lively. “Cuando tenía veintitantos, trabajaba, pero simplemente me sentía un poco desesperada”, contó Meester sobre esos años en una entrevista reciente en The Hollywood Reporter. “Ahora me siento más cómoda conmigo misma. Ya no me importan las opiniones ni los juicios de los demás”.
Desde el último episodio de aquella serie adolescente, su carrera se ha mantenido constante, sí, pero la mayoría de sus trabajos han pasado bastante desapercibidos. Ha hecho teatro (en 2014 debutó en Broadway con De ratones y hombres, junto a James Franco), cine junto a grandes estrellas (por ejemplo, El juez, protagonizada por Robert Downey Jr y Robert Duvall) y mucha televisión con un sinfín de personajes secundarios y episódicos en ficciones como Cómo conocí a vuestro padre, cancelada tras su primera temporada. Incluso, probó suerte en la música, una pasión siempre presente en su vida y por la que apostó temporalmente aprovechando el tirón de su fama. Tras unos cuantos temas y un álbum debut, Heartstrings, lanzado en 2014, abandonó ese mundillo: “Simplemente, no sentía que cantara tan bien en esas canciones”, se sinceró hace unas semanas en una larga charla con Bustle, en relación con un tema publicado junto a Robin Thicke en 2009. “Por eso paré con ese tipo de composiciones, no me sentía bien cuando las cantaba”, añadió.
Un regreso en pareja
El regreso de Meester al foco mediático ha coincidido en el tiempo con el de su marido y padre de sus dos hijos Adam Brody, el crush millenial redescubierto ahora por las generaciones más jóvenes gracias a su papel de rabino sexy en Nadie quiere esto, uno de los últimos fenómenos de Netflix que le ha valido esta semana su nominación a un Emmy en la categoría de actor protagonista de comedia. Tras varios años con una presencia muy limitada en la alfombra roja, ahora cada vez que reaparecen juntos la expectación es máxima, reflejo del interés renovado por una pareja tan discreta como querida. Parecen estar disfrutando de una nueva etapa profesional, si bien el año comenzó de la peor manera cuando el matrimonio (pasaron por el altar en una ceremonia íntima en 2014) perdió su casa en el barrio de Pacific Palisades, uno de los más afectados en los devastadores incendios que asolaron parte de Los Ángeles el pasado enero.
“Me gusta mucho pasar tiempo con él y trabajar con él”, expresó en Los Angeles Times al ser preguntada por su esperada aparición en los nuevos capítulos de la también esperada serie de su marido. No será la primera vez que Meester y Brody comparten plano, ya que han colaborado hasta en siete ocasiones, pero nunca en un proyecto tan sonado como Nadie quiere esto. Sin fecha de estreno confirmada, la segunda temporada es solo uno de los proyectos en el horizonte de la actriz. Meester también acaba de conquistar al público con su papel en lo nuevo de The Buccaneers, una serie de época ambientada en la aristocracia británica de finales del siglo XIX en la que muchos han visto algunos paralelismos con Gossip Girl: “Veo algo del estilo, como las secuencias, las entradas, los montajes y la música, y cómo se integra todo eso”, reflexionó la intérprete, tratando de minimizar las comparaciones que, 20 años después, siguen persiguiéndola. Por otro lado, hace solo unos días Prime Video estrenaba en Estados Unidos la comedia policíaca Good Cop/Bad Cop —“estoy superorgullosa de esta serie. Espero que si la gente la ve se divierta. Es mi lugar feliz”, ha dicho al respecto—, donde muestra su vis más cómica en el papel de una detective. Además, en 2026 se la verá en HBO en el primer proyecto para televisión de Rachel Sennott, una de las cómicas del momento. De esa ficción poco se sabe, pero promete ser uno de los títulos del año en el terreno de la comedia.
Tras una década de perfil bajo en Hollywood, Leighton Meester encara una nueva era, sin interés por la fama ni todo lo que conlleva la industria en la que lleva trabajando toda una vida, pero sí dispuesta a abrazar nuevos registros. Solo el futuro dirá si Encontrará entre sus próximos proyectos el papel que le permita distanciarse de una vez por todas de la sombra de Blair Waldorf.
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