El Villarreal atropella al Rayo con una exhibición de fútbol vertical

<p>El <strong>Villarreal </strong>ha convertido el Estadio de la Cerámica en un fortín prácticamente inexpugnable. Después de haber dejado escapar los primeros puntos en casa, con aquel gol en el descuento del Real Betis, el equipo de <strong>Marcelino</strong> pasó por encima de un <strong>Rayo Vallecano</strong> que llegaba en racha y se marchó goleado. <strong>Gerard Moreno </strong>abrió el marcador en un primer tiempo igualado que dio paso a una segunda mitad en la que los amarillos castigaron con sus contragolpes la fragilidad madrileña con tres goles en apenas 10 minutos. <a href=»https://www.elmundo.es/deportes/futbol/laliga-ea-sports/villarreal-rayo/2025/11/01/01_0101_20251101_449_184-directo.html»><strong>[Narración y estadísticas (4-0)]</strong></a></p>

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 Gerard Moreno adelantó al equipo de Marcelino, que remató a su rival tras el descanso con los goles de Moleiro, Comesaña y Ayoze (4-0)  

El Villarreal ha convertido el Estadio de la Cerámica en un fortín prácticamente inexpugnable. Después de haber dejado escapar los primeros puntos en casa, con aquel gol en el descuento del Real Betis, el equipo de Marcelino pasó por encima de un Rayo Vallecano que llegaba en racha y se marchó goleado. Gerard Moreno abrió el marcador en un primer tiempo igualado que dio paso a una segunda mitad en la que los amarillos castigaron con sus contragolpes la fragilidad madrileña con tres goles en apenas 10 minutos. [Narración y estadísticas (4-0)]

Además de la solidez del Villarreal en casa, el partido confirmó también que Gerard está definitivamente de vuelta. Ya había marcado el delantero en Mestalla, desde el punto de penalti, en su segundo partido tras recuperarse de su lesión, y volvió a hacerlo ante el Rayo, esta vez al más puro estilo Gerard. El catalán desatascó un partido que no tenía un dueño claro con uno de esos movimientos marca de la casa. Recibió en el área, controló, amagó con irse hacia fuera, recortó a Chavarría y colocó el balón en la base del poste con un preciso derechazo, dejando de paso a Batalla sin la opción de superar el récord de imbatibilidad de los franjirrojos. El VAR chequeó la posición del atacante amarillo, que parecía ligeramente adelantado en alguna toma, pero no en la que se usó para tirar las líneas.

El gol no cambió en exceso el escenario de un partido que no era el que pretendía Marcelino. Había manifestado el asturiano en la previa su deseo de que el Villarreal supiera imponer su juego con pausa, pero el duelo estaba siendo de ida y vuelta, con los extremos como protagonistas. Pepe y Moleiro intentaban desbordar a la defensa madrileña apoyándose en el omnipresente Gerard y el Rayo replicaba sobre todo por la derecha, insistiendo en las penetraciones de De Frutos, apoyado por las incorporaciones del ex amarillo Andrei Ratiu.

Llegaba el equipo de Íñigo Pérez pero le faltaba rematar las jugadas. O más que rematar, encontrar portería, pues estaban muy atentos los centrales del Villarreal bloqueando los disparos rivales. Solo Alemao obligó a estirarse a Luiz Júnior, con un cabezazo a centro de De Frutos.

Los de Marcelino no sufrían en exceso pero tampoco tenían las ideas excesivamente claras en los últimos metros, más allá de buscar alguna acción individual de Pepe o Moleiro ante el poco protagonismo de Mikautadze, sustituido al descanso. El segundo tiempo, sin embargo, fue otra historia muy diferente. El Villarreal se encontró en su salsa cuando el Rayo empezó a acumular pérdidas en campo contrario, promoviendo las transiciones que tan bien se le dan.

Con Moleiro a los mandos, los amarillos dejaron el partido visto para sentencia en menos de diez minutos. El canario firmó el segundo tras recorrerse prácticamente todo el campo sin oposición y golpear ajustado al palo desde la frontal. También jugó un papel fundamental en el tercero, una acción que inició y culminó Comesaña tras un contragolpe de libro en el que Moleiro tiró una pared con Oluwaseyi antes de regalar el gol al ex del Rayo, quien no quiso celebrar.

El remate de Gerard Moreno para el 1-0 en La Cerámica.
El remate de Gerard Moreno para el 1-0 en La Cerámica.AFP

El Rayo estaba grogui y Ayoze lo acabó de mandar a la lona. En el primer balón que tocaba tras sustituir a Gerard, el delantero castigó el error de Chavarríaen un control que le dejó mano a mano con Batalla.

Los tres goles exprés del Villarreal hicieron olvidar el increíble fallo de Pepe en el arranque del segundo tiempo, rematando por encima del larguero cuando estaba apenas a un metro de la portería, aunque la acción habría sido invalidada por fuera de juego de Oluwaseyi. Pudieron hacer más sangre los de Marcelino, que tuvieron el quinto en un tiro de Comesaña que se escapó por poco y un lanzamiento de falta de Parejo al larguero. Al Rayo no le quedó ni el consuelo de maquillar el resultado, a pesar de intentarlo hasta el final.

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